por Rodolfo Olivera
Egipto sumó 10 millones de personas a la asistencia social. Rusia congeló precios de leche, huevos, aceite y pan. Afganistán pidió auxilio a la ONU. Pakistán volvió a las cartillas de racionamiento. China limitó la exportación de arroz, mientras India y Brasil directamente la prohibieron. Ya hay heridos, ya hay muertos en el mundo. Para "los mercados", es una cuestión política. Ni siquiera se acuerdan de un referente de los ´90, el ex presidente francés Jacques Chirac, cuando expresó públicamente en una reunión del Grupo de los 8: "tendremos que pensar en una modificación del sistema para volverlo medianamente humano, si no queremos provocar el estallido". Recién termina otra reunión del mismo grupo, con muy pocas referencias concretas para paliar la situación mundial. Comer, por lo visto, no es un Derecho Humano.En México la protesta por el precio del maíz llegó al nivel de desesperación callejera. Eso sí, no tan grave como en Indonesia, Marruecos, Guinea, Mozambique, Senegal y Burkina Faso.
O como en Mauritania, donde hubo dos muertos, otros doce en Yemen y más de cien en Camerún. Y esto es sólo el principio, porque no se puede pedir "paz social" ni hablar de "democracia" cuando reina el hambre, porque el hambre desespera. En cualquier caso tendrá, sí o sí, implicancias políticas. A esa misma conclusión arribaron en el simposio del Instituto Hudson, Univ. de Georgetown, Washington.Sencillamente porque la misma historia abunda en ejemplos de esta naturaleza. Un ex administrador de la Agencia de EEUU para Desarrollo, Andrew Natsios, reconoció en ese evento que "la situación (refiriéndose a la hambruna por aumento de precios) aumenta sensiblemente la posibilidad de inestabilidad política".Sólo en el siglo XX el hambre terminó provocando revueltas y represión brutal en la Unión Soviética de Stalin (década del ´30), en el tiempo del Gran Salto Adelante (Mao, China de los ´50), en Etiopía en los ´80 (dictadura de Mengistu), en Corea del Norte (miseria controlada a palos por Kim Jong Il), más la eterna hambruna Somalí y el drama interminable de los haitianos. .....“Es la nueva cara del hambre: hay comida en los supermercados pero la gente no puede comprarla. Hay vulnerabilidad en áreas urbanas que no habíamos visto antes y revueltas en países en los que jamás se habían producido”, alerta Josette Sheeran, directora del Programa Mundial de Alimentos de ONU en Bruselas. El arroz subió un 141% desde enero; el trigo cuesta 130% más que hace doce meses; el maíz nunca estuvo tan caro en 12 años. Con este panorama, cualquier motivo dispara el caos. En Camerún, lo que comenzó con una huelga de taxistas por el precio de la gasolina terminó en una violenta marcha desesperada por alimentos, con pillaje de incendios y un saldo de más de cien cadáveres en la calle. Es que a esta gente no le gusta que sus hijos se vayan a dormir con hambre. Pero recuerde, no es un Derecho Humano. El de los alimentos es sólo -sólo- un comercio que debe manejarse con los parámetros de costo-beneficio y de especulación en mercados a futuro. Dicen, los que dicen que saben. El resto "somos" ingenuos (lo más suave) o comunistas (lo más ridículo).El crecimiento económico de India y China, que albergan el 40% de la población mundial, generó una mayor demanda de alimentos y ése fue un importante factor para el desequilibrio de los precios según las sacrosantas leyes del mercado: ¿mayor demanda?, que suban los precios. Y si se puede especular en mercados a futuro, mejor todavía. La volatilidad tiene sus beneficios, al menos para algunos. Sobre todo para quienes el aumento del valor de la comida representa apenas un porcentaje menor en sus ingresos.En este sentido, basta con remitirse a comentarios de Jean Ziegler, vocero de las Naciones Unidas: "en los países pobres, se gasta el 75% de los ingresos en comida. En los países ricos, sólo afecta el 15% del ingreso total". Este desbalance conduce a una primera conclusión: lo que para unos representará un poco de inflación, para otros será subalimentar generaciones enteras o condenar a la presente a morir por inanición. Ziegler es muy claro: "estamos ante una hecatombe anunciada". Ah, Ziegler no es comunista.Como tampoco es populista The Economist, que publicó el siguiente editorial sobre el tema: "El aumento del precio de los alimentos, para algunos implicará reducir gastos en educación privada, eventualmente en salud. Para otros será eliminar de la dieta carnes y lácteos, para muchos, en fin, directamente el hambre. Esto conduce a la explosión social".Sheeran, la mencionada directora del Programa Alimentario de la ONU, advirtió que a este paso deberá ser suspendido (atiende 73 millones de personas en 81 países) porque el déficit por aumento de precios hace que sus reservas de emergencia alcancen solamente para los próximos sesenta días. Debe recordarse que el Programa es la última barrera entre el hambre -ya de por sí un drama- y la inanición que es deterioro irreversible. Se caen los Objetivos del Milenio, alardeados en Mar del Plata 2005 al cierre de la Cumbre, mientras el Secretario General Ban Ki-moon clama que "en esto, el mundo no puede permitirse fracasar".¿De qué "democracia" le van a hablar al hambriento? ¿De qué "institucionalidad" , de qué "teoría del derrame"? ¿Sabe?, es muy difícil hablar de estos temas en medio de la desigualdad extrema. Total, si se protesta, siempre queda la opción de "poner orden". “Después de que ocurrieron las hambrunas, siempre hubo agresivas medidas internas para intensificar el nivel de opresión, con el fin de que los que mantenían el control del gobierno mantengan el control”, explicó el norteamericano Natsios (Agencia para el Desarrollo).La FAO se reunió días pasados en Roma (193 países). El resultado fue lamentable: insistieron en la liberalizació n del comercio, en la no intervención (como si subsidiar no fuera intervención) , pero ni una palabra sobre los mercados a futuro que especulan a un ritmo frenético. La única propuesta concreta fue la de solicitarle al Banco Mundial y al FMI que habiliten líneas de crédito... para los que evidentemente no pueden pagar. Irán y Brasil encabezaron la lista de quejosos ante el documento: "Están diciendo lo mismo que en la década del ´90, cuyas consecuencias estamos pagando". Pero claro, usted sabe, Lula es medio zurdito e Irán es terrorista. El canciller italiano Franco Frattini, justo es decirlo, calificó el documento de "lamentable" .
El representante de Washington dijo que las quejas eran "eminentemente políticas". Son los mismos que cuando bombardean civiles los consideran "daños colaterales" .Por eso digo, ni se le ocurra decir que comer debería ser un Derecho Humano. No es políticamente correcto, no es económicamente rentable solucionarlo. A menos que usted se quiera sumar a la patética cohorte de ingenuos consuetudinarios, a la deleznable caterva de comunistas demodé o, lo peor de lo peor, a los extremadamente peligrosos populistas. Dicen los que saben.
O como en Mauritania, donde hubo dos muertos, otros doce en Yemen y más de cien en Camerún. Y esto es sólo el principio, porque no se puede pedir "paz social" ni hablar de "democracia" cuando reina el hambre, porque el hambre desespera. En cualquier caso tendrá, sí o sí, implicancias políticas. A esa misma conclusión arribaron en el simposio del Instituto Hudson, Univ. de Georgetown, Washington.Sencillamente porque la misma historia abunda en ejemplos de esta naturaleza. Un ex administrador de la Agencia de EEUU para Desarrollo, Andrew Natsios, reconoció en ese evento que "la situación (refiriéndose a la hambruna por aumento de precios) aumenta sensiblemente la posibilidad de inestabilidad política".Sólo en el siglo XX el hambre terminó provocando revueltas y represión brutal en la Unión Soviética de Stalin (década del ´30), en el tiempo del Gran Salto Adelante (Mao, China de los ´50), en Etiopía en los ´80 (dictadura de Mengistu), en Corea del Norte (miseria controlada a palos por Kim Jong Il), más la eterna hambruna Somalí y el drama interminable de los haitianos. .....“Es la nueva cara del hambre: hay comida en los supermercados pero la gente no puede comprarla. Hay vulnerabilidad en áreas urbanas que no habíamos visto antes y revueltas en países en los que jamás se habían producido”, alerta Josette Sheeran, directora del Programa Mundial de Alimentos de ONU en Bruselas. El arroz subió un 141% desde enero; el trigo cuesta 130% más que hace doce meses; el maíz nunca estuvo tan caro en 12 años. Con este panorama, cualquier motivo dispara el caos. En Camerún, lo que comenzó con una huelga de taxistas por el precio de la gasolina terminó en una violenta marcha desesperada por alimentos, con pillaje de incendios y un saldo de más de cien cadáveres en la calle. Es que a esta gente no le gusta que sus hijos se vayan a dormir con hambre. Pero recuerde, no es un Derecho Humano. El de los alimentos es sólo -sólo- un comercio que debe manejarse con los parámetros de costo-beneficio y de especulación en mercados a futuro. Dicen, los que dicen que saben. El resto "somos" ingenuos (lo más suave) o comunistas (lo más ridículo).El crecimiento económico de India y China, que albergan el 40% de la población mundial, generó una mayor demanda de alimentos y ése fue un importante factor para el desequilibrio de los precios según las sacrosantas leyes del mercado: ¿mayor demanda?, que suban los precios. Y si se puede especular en mercados a futuro, mejor todavía. La volatilidad tiene sus beneficios, al menos para algunos. Sobre todo para quienes el aumento del valor de la comida representa apenas un porcentaje menor en sus ingresos.En este sentido, basta con remitirse a comentarios de Jean Ziegler, vocero de las Naciones Unidas: "en los países pobres, se gasta el 75% de los ingresos en comida. En los países ricos, sólo afecta el 15% del ingreso total". Este desbalance conduce a una primera conclusión: lo que para unos representará un poco de inflación, para otros será subalimentar generaciones enteras o condenar a la presente a morir por inanición. Ziegler es muy claro: "estamos ante una hecatombe anunciada". Ah, Ziegler no es comunista.Como tampoco es populista The Economist, que publicó el siguiente editorial sobre el tema: "El aumento del precio de los alimentos, para algunos implicará reducir gastos en educación privada, eventualmente en salud. Para otros será eliminar de la dieta carnes y lácteos, para muchos, en fin, directamente el hambre. Esto conduce a la explosión social".Sheeran, la mencionada directora del Programa Alimentario de la ONU, advirtió que a este paso deberá ser suspendido (atiende 73 millones de personas en 81 países) porque el déficit por aumento de precios hace que sus reservas de emergencia alcancen solamente para los próximos sesenta días. Debe recordarse que el Programa es la última barrera entre el hambre -ya de por sí un drama- y la inanición que es deterioro irreversible. Se caen los Objetivos del Milenio, alardeados en Mar del Plata 2005 al cierre de la Cumbre, mientras el Secretario General Ban Ki-moon clama que "en esto, el mundo no puede permitirse fracasar".¿De qué "democracia" le van a hablar al hambriento? ¿De qué "institucionalidad" , de qué "teoría del derrame"? ¿Sabe?, es muy difícil hablar de estos temas en medio de la desigualdad extrema. Total, si se protesta, siempre queda la opción de "poner orden". “Después de que ocurrieron las hambrunas, siempre hubo agresivas medidas internas para intensificar el nivel de opresión, con el fin de que los que mantenían el control del gobierno mantengan el control”, explicó el norteamericano Natsios (Agencia para el Desarrollo).La FAO se reunió días pasados en Roma (193 países). El resultado fue lamentable: insistieron en la liberalizació n del comercio, en la no intervención (como si subsidiar no fuera intervención) , pero ni una palabra sobre los mercados a futuro que especulan a un ritmo frenético. La única propuesta concreta fue la de solicitarle al Banco Mundial y al FMI que habiliten líneas de crédito... para los que evidentemente no pueden pagar. Irán y Brasil encabezaron la lista de quejosos ante el documento: "Están diciendo lo mismo que en la década del ´90, cuyas consecuencias estamos pagando". Pero claro, usted sabe, Lula es medio zurdito e Irán es terrorista. El canciller italiano Franco Frattini, justo es decirlo, calificó el documento de "lamentable" .
El representante de Washington dijo que las quejas eran "eminentemente políticas". Son los mismos que cuando bombardean civiles los consideran "daños colaterales" .Por eso digo, ni se le ocurra decir que comer debería ser un Derecho Humano. No es políticamente correcto, no es económicamente rentable solucionarlo. A menos que usted se quiera sumar a la patética cohorte de ingenuos consuetudinarios, a la deleznable caterva de comunistas demodé o, lo peor de lo peor, a los extremadamente peligrosos populistas. Dicen los que saben.